Viaje con nosotros, si quiere gozar…. (el Escuadrón de la Muerte)

Algún seguidor de este blog me ha comentado que sería interesante que incluyera de vez en cuando algún extracto de la novela. La sugerencia es tentadora, sí… Realmente tentadora. Pero después de pensarlo detenidamente, he decidido desoír esos cantos de sirena…, por el momento. Entendedme, no puedo sacar aún toda la artillería pesada. Y seguro que me lo agradeceréis cuando, con mi novela publicada ya en vuestras manos, cómodamente arrebujados en vuestro sillón de orejas favorito junto a la chimenea, o estirados en una hamaca al borde de la piscina, os interroguéis acerca de qué diablos pasará en la siguiente página.

Sin embargo, sí que podría escribir aquí un capítulo inédito de «Asquerosamente sano», un capítulo que finalmente decidí no incluir en la novela. En él, nuestro protagonista, el intrépido Jorjune, vive una aventura bajo tierra que no tiene nada que ver con ninguna novela de Julio Verne. Bien, vamos allá.

«No fumis als vestíbuls. No fumis a les andanes. No fumis als trens. Al metro està prohibit fumar. Civisme al metro, si us plau». Incluso a un no fumador de toda la vida como yo le entra un deseo irrefrenable de salir corriendo, comprarse un paquete de Celtas, volver a entrar en el metro con cuatro o cinco cigarrilos en la boca y empezar a leer «El Quijote» en voz alta al estilo apache, empleando para ello señales de humo. Y cuando ya me he vuelto a concentrar en el libro que estoy leyendo («La conjura de los necios»)  se oye por los altavoces lo que amenaza con convertirse en todo un clásico: «Está totalmente prohibido bajar a la zona de vías». Me encanta cómo lo dice, con ese ritmo pausado, incluso pedagógico, con esa vocalización extrema, como si en lugar de a seres humanos  el mensaje estuviera dirigido a animales de compañía. ¿Y para qué coño voy a bajar a la zona de vías? La mera idea de que un convoy irrumpa en la estación en el preciso momento en que yo estoy bailando un zapateado sobre las traviesas y me convierta en pulpa destinada a la fabricación de papel higiénico no me vuelve loco. Y de todos modos, si me apeteciera suicidarme me importaría una mierda que me prohibieran tirarme a las vías. Si de verdad me apeteciera suicidarme me compraría un disco de villancicos versionados por el gilipollas de la megafonía. Joder.

Vuelvo a sumergirme por enésima vez en la novela que intento leer mientras espero, y cuando ya me encuentro absorto en las aventuras del bueno de Ignatius y ni siquiera soy consciente de que leo letra impresa, mi amigo el cretino vuelve a la carga: «Para su seguridad, esta estación está dotada de cámaras de vídeo vigilancia». Sin duda, la idea me reconforta. Si una banda de skinheads tatuados hasta la lengua y armados de bates de béisbol y puños americanos me rodeasen ahora en el andén, quedaría todo convenientemente registrado para el Telediario de la sobremesa y así Gabi, mi sobrino de seis años, podría exclamar «¡Mira el tito!» mientras un idiota que se hizo skin para disimular su alopecia me patea el culo con sus botas Doc Martens en todas las televisiones del país. Sí, ahora ya me siento más tranquilo.

Decido cerrar «La conjura de los necios» porque la idea de desperdiciar así una obra maestra me atormenta. No es fácil encontrar una novela realmente buena, quiero decir buena de verdad, una de esas novelas que no quisieras terminar nunca y el mero hecho de constatar que apenas te quedan cien páginas para llegar al final te produce un dolor físico. Así que me entretengo con un tríptico que hay tirado en el suelo frente a mí y leo: «Si te cogen sin billete pagarás exactamente entre 50 y 600 euros». De inmediato, una duda más que razonable irrumpe en mis laberintos neuronales como una vía de agua en un buque torpedeado. ¿Qué significa exactamente «exactamente entre 50 y 600 euros»? ¿A alguien se le ocurre algo más inexacto que ese «exactamente»? ¿Nos hemos sumergido inadvertidamente en las  oscuras y procelosas aguas de la mecánica cuántica, y debemos apelar al principio de incertidumbre de Heisenberg?

Pero si queréis saber cómo termina este capítulo inédito de las aventuras de Jorjune, y qué es un Escuadrón de la muerte, tendréis que leerme mañana viernes. Os espero.

 

2 comentarios en “Viaje con nosotros, si quiere gozar…. (el Escuadrón de la Muerte)

  1. Gracias Jorge por haber transigido, en parte, a mi petición de poder leer algún adelanto de tu primera novela. Ahora ya no sé si era una buena idea.
    Esto nos va a crear un mono de “Asquerosamente sano”, es normal que tú estés impaciente por que te publiquen, pero al menos tienes el consuelo de la obra acabada.
    La única solución que veo es que continúes creando episodios inéditos de ese tal Jorjune, que no sé por qué me resulta familiar.

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